Conectar con personas es algo que siempre llevo en mi mochila

Estamos en pleno verano y eso en muchos rincones del planeta nos trae una imagen a la cabeza, sobre todo para aquellos que vivimos en occidente: las maletas, o en su versión más pequeña, la mochila.

Las maletas son la fotografía del imaginario turístico y de los viajes por excelencia y en estas fechas, ver imágenes de aeropuertos repletos de gente con maleta, es de lo más habitual.

Sobra decir que por aquí no estamos a favor, precisamente, del turismo masivo o de los destinos ‘colapsados’ por turistas ‘express’. Más bien, estamos luchando para intentar lo contrario: promover un turismo más consciente, respetuoso e integrado con el entorno, y en nuestro caso le sumamos la coletilla, que no es baladí, de entorno rural.

 

‘Pop-up Coliving’ La Gomera 2024

Sumérgete en una semana dinámica repleta de actividades y oportunidades de networking junto a trabajadores remotos en una de las islas más pequeñas y hermosas: La Gomera, un tesoro ecológico conocido como “Isla Mágica”.

Del 19 al 26 de octubre de 2024 en la que cuentes tu historia en línea puede marcar la diferencia.

 

Volviendo al mundo de las maletas, si hay algo que me caracteriza es andar siempre con una ‘mochila a cuestas’, da igual que sea en modo trabajo o en modo viaje, ha aprendido a convivir con esa extensión de mi cuerpo que me permite llevar todo lo necesario para poder trabajar, vivir experiencias o disfrutar de la montaña, en ocasiones, incluso de las 3 cosas a la vez.

Pero, no te preocupes, no vengo por aquí a traerte uno de esos videos (o blog post) de ‘cosas que llevo en mi mochila’, si no que por aquí vengo a contarte algo que siempre me llevo en la mochila, sobre todo después de vivir experiencias, pero que me llevó de forma metafórica y es la conexión que vivo con las personas con las que participo.

Un primer semestre de 2024 de ‘dar rueda’

Hace poco lo compartía como una reflexión al abrir una de las newsletters de Pueblos Remotos: ¡Menudo inicio de 2024 hemos tenido! Al menos en lo que a viajes, experiencias y eventos se refiere.

Por supuesto, eso no ha sido algo casual, después de un año 2023 en el que estuvimos ‘más por casa’, Elsa y yo reflexionamos acerca de la necesidad de salir y participar en más eventos y/o experiencias, de conocer a las personas en ‘vivo y en directo’ y de conectar ‘in situ’ con sus proyectos, sueños y ambiciones.

El resultado ha sido una auténtica montaña rusa de emociones, encuentros e historias compartidas, que estoy cien por cien seguro, que no se hubieran producido desde la distancia o de forma online.

Pasando ‘fresquito’ por Almagro en marzo de este año

Este es, entre otros, uno de los motivos por los que hacemos experiencias presenciales, la conexión con las personas, sobre todo teniendo como telón de fondo entornos rurales, es algo vital para mejorar, personal y profesionalmente. Y aunque podría sonar a autobombo, no es algo que digamos nosotros, si te descargas nuestro Informe de Impacto 2021-2023 podrás leer de primera mano cómo les ha ‘cambiado la vida’ a las personas que han participado en cualquiera de nuestras experiencias.

Además, este 2024 ha sido un año en el que me he podido poner el sombrero de organizador, como es normal y el sombrero de participante, algo que siempre te da una perspectiva diferente y te ayuda a mejorar en las cosas que poner en marcha.

Mi sombrero de organizador

Hasta la fecha, hemos organizado con Pueblos Remotos 3 experiencias en lo que va de año: el ‘Pop Up Coliving’ en el Almagro (Ciudad Real), la experiencia de tres semanas con Pueblos Remotos Carnota (Galicia) y la experiencia con estudiantes universitarios PR ULL El Tanque (en la isla de Tenerife)

Y si todo va bien, a estas 3 experiencias le sumaremos dos más antes de que finalice el año: el ‘Pop Up Coliving’ La Gomera (con el que estamos en full promotion ahora mismo) y una nueva edición con la Universidad de La Laguna que está en fase de diseño.

Hacer experiencias es algo que parece más ‘sencillo’ de lo que realmente es, si quieres ver lo que supone con auténtica profundidad, te invito a leer con detalle este blog post de Elsa Rodríguez, dónde detalla al dedillo todo lo que hay que poner en marcha para que una experiencia tenga un resultado increíble.

La cierto es que es toda una suerte tener a alguien como Elsa al lado, ese ‘ojo’ para estar pendiente de todo tipo de detalles es fundamental para que las experiencias no sólo sucedan con éxito, si no para que todos los que participan estén más tranquilos y cómodos con todo lo que va a suceder.

Disfrutando de las costas gallegas en nuestro día de descubrir Carnota

En cuanto a las personas, que de esto iba el blog post, sólo puedo decir lo afortunado que me siento. Lo cierto es que tengo que decir que las dos experiencias que viví al cien por cien fueron las de Almagro y Carnota, donde las conexiones fueron la tónica que nos indican, siempre, que estamos haciendo lo correcto. Pero, puedo decir que también tuve la oportunidad de vivir el último día de la experiencia en El Tanque y sólo ver el brillo en los ojos de los estudiantes, es un indicador de que disfrutaron de todo lo que vivieron.

En cuanto a las dos experiencias ‘vividas’ ¿qué te digo? En esta newsletter te di mis claves en base a las 3 ‘Cs’ de lo vivido en Almagro, es increíble cómo se pueden llegar a generar lazos tan estrechos en apenas seis días y lo más bonito de todo es que muchos de esos lazos siguen fortaleciéndose a día de hoy, algo de lo que nos sentimos muy orgullosos.

En cuanto a Carnota, estas son las ‘primeras’ palabras que pongo al respecto en el blog, pero es que tanto José Miguel, como Gabri, pusieron con sus palabras mucho más de lo que podría haber dicho yo para describir todo lo vivido en este rincón de la Costa da Morte.

Si lees ambos, hay algo que seguro que detectarás a la legua, personas que conectan porque vienen con la predisposición de hacerlo.

A eso se suma otro blog post escrito del puño de Ariana da Rosa, para describir cómo vivió el PR ULL El Tanque, una vez más, conexiones humanas, uniendo a un pequeño grupo de estudiantes con emprendedores rurales.

Mi sombrero de participante

Como te ponía un poco más arriba, hay que aprender de todas las perspectivas, por eso para mí fue un auténtico aprendizaje participar en experiencias y ni estar ‘sólo’ en la piel del organizador.

Abrí el año volando hacía Sevilla, para llegar en coche hasta ‘Arroyomolinos de León’. Este bonito pueblo de la serranía de Huelva es la base de AlmaNatura, un proyecto amigo gracias al que participamos en el Proyecto MIES. Te volvería a hablar encantado de este proyecto, porque la verdad es que conocí a un montón de personas increíbles por allí, pero no sé si podré mejorar el blog post que ya escribí para ello: Cosechando comunidad y conexiones humanas: programa MIES.

Lo que sí te puedo decir es que esas conexiones han florecido y estoy seguro de que seguirán creciendo: poder coincidir con Milucho (Fresco y del Mar) en Muros (Galicia), que Israel participara en nuestro webinar para presentar nuestro Informe de Impacto 2021-2023 para comentar los impactos de AlmaNatura ó que Jacobo (Regeneration Academy) fuera el protagonista de nuestro último Referentes Rurales. Sembrar y cosechar, el nombre de MIES nunca fue más acertado.

Todos los participantes del programa MIES junticos

Seguir conectando, un año más, con SinOfinicers, fue otro de los eventos de este año. El EASO (Evento Anual de Sin Oficina) 2024, me llevó de nuevo hasta Madrid, de nuevo con el Talent Garden de fondo y disfrutando de conexiones e historias compartidas. Sin duda, un evento que seguiré repitiendo mientras pueda.

Y para cerrar el semestre, mi ‘guinda del pastel’. Sé que soy un pesado con eso, pero creo que ya me repito si te digo que soy un auténtico enamorado de la montaña, pues si a un enamorado de la montaña lo invitan a participar a una experiencia para trabajadores remotos en el pirineo aragonés… lo más probable es que la respuesta sea un rotundo ¡sí! (y créeme si lo fue)

Lo cierto es que tengo que admitir que venía bastante cansado después de todo lo vivido con Pueblos Remotos Carnota, pero poder ir durante una semana a disfrutar del piloto para nómadas digitales en la Reserva de la Biosfera de Ordesa-Viñamala, fue un auténtico placer y no sólo por la montaña, si no porque creo que nos unimos un grupo de personas muy interesante, con diferentes perspectivas, ganas de escuchar, aportar y sumar, y eso no es algo que pase siempre.

La mochila cargada para el segundo semestre

Todos estos eventos y experiencias me han cargado la mochila de energía, ideas y proyectos para ejecutar (o planificar) durante el segundo semestre del año.

Estos meses de verano (julio y agosto) nos los hemos tomado para parar, reflexionar y replantear cosas con Pueblos Remotos, y dentro de esta planificación se sumarán muchas de las personas que hemos conocido y con las que hemos coincidido a lo largo de este inicio del año 2024.

Por mi parte, seguiré con la mochila a cuestas, sumando aprendizajes, vivencias, historias y risas, algo que cargo con gusto y que además, no me pesa, todo lo contrario.

Carlos Jonay Suárez

Mis padres decidieron llamarme Carlos Jonay, algo que me ha venido bien para posicionarme en internet (y para que me encuentres fácil en LinkedIn). Me flipa la estrategia digital, la gestión de proyectos, enfrentarme a problemas complejos y gastar suela por la montaña que me pille más cercar. Todas estas pasiones se unen en el entorno rural para co-crear, junto con Elsa, Pueblos Remotos, un emprendimiento diferente con la ruralidad conectada y el trabajo remoto como bandera.

https://www.linkedin.com/in/carlosjonayss/
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