Me toca escribir después de que Carlos te contase la semana pasada con todo lujo detalles lo que vivió en Arroyomolinos de León (Huelva) en este artículo: Cosechando comunidad y conexiones humanas: programa MIES.
Como ves, para ambos lo que prima son las conexiones y por ello siempre hablamos de la ¨Ruralidad Conectada¨, que normalmente hace su aparición estelar en encuentros como estos. En cualquier caso, es difícil de explicar con palabras lo que sentí, y estar al mismo nivel que Carlos, que puso el listón bastante alto. Aún así, lo voy a intentar.
Al terminar este primer Encuentro de Talento Rural, que tuvo lugar del 2 al 4 febrero en Aldeadávila de la Ribera (imposible pronunciarlo a la primera 😂), hice una publicación en mi perfil de LinkedIn con palabras de agradecimiento y un resumen de lo que me llevaba del evento para que no se me olvidara nada. Luego te cuento más sobre eso.
Pero bueno, empecemos por el principio: ¿Qué es esto de Talento Rural? Y sobre todo ¿Qué pintábamos nosotros ahí? Los culpables de toda esta historia y de que yo esté escribiendo este blog post son nuestros amigos de Rural Citizen y, en particular, Iván del Caz y Jessica López. Rural Citizen es una iniciativa de BIKOnsulting, que nace en la primavera de 2020 para conectar agentes, reunir inquietudes, alimentar la colaboración, visibilizar y acompañar proyectos a favor del medio rural y difundir conocimiento.
¿Qué es el Talento Rural?
Según la definición de Rural Citizen: “Talento Rural es la capacidad de entender una comarca para, desde la pasión y el conocimiento, ser capaz de liderar un proyecto innovador que dé respuesta a un reto social con una nueva mirada apoyada en la colaboración y la inteligencia colectiva.”
Conectando líderes rurales de España
Todo un honor para mí ser considerada Talento Rural junto con otros 70 miembros (incluido Carlos) a nivel nacional. Además, estamos todos mapeados en el Mapa de Talento Rural, otra de las maravillas que ha puesto en marcha el equipo de Rural Citizen.
A finales de noviembre nos llegó la invitación para participar en este I Encuentro (exclusivo) de Talento Rural, cuyo objetivo era conectarnos en persona, profundizar en el liderazgo colaborativo y ponernos a co-crear las bases de esta comunidad de líderes rurales. Suena genial, ¿verdad? El único ¨pero¨ era que el aforo máximo eran 30 personas, así que había que decidirse rápido.
El límite de plazas se unió al estrés del cierre del año 2023, a que teníamos que financiarnos el desplazamiento y parte del alojamiento, y a que había que elegir bien dónde poníamos nuestro tiempo y esfuerzo en 2024. Nos costó lo nuestro, pero ¡me alegro tanto de que hayamos decidido participar! Sin duda, valió la pena.
Te sigo contando, y aprovecho para presentarte a las personas que también acudieron y digo personas porque no te voy a hablar de sus proyectos hoy. Detrás de los proyectos están las personas y las comunidades se construyen con personas. A algunas ya las conocía y había tenido la oportunidad de trabajar con ellas en algunos proyectos, ó habíamos coincidido en otros encuentros y fue una alegría reencontrarme con ellas en persona:
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Fuensanta Martín, fuimos finalistas de Acumen 2023 y la conocí en el evento de selección en marzo del año pasado, justo nos tocó en el mismo grupo para las dinámicas de equipo. Además, ella era la ¨host¨ ya que es de Aldeadávila.
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Laura Corchado, trabaja con Fuen y hemos coincidido en videollamadas para un proyecto que tenemos común, pero todavía no la había conocido en persona.
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María Rodríguez, participó con su organización en el proyecto de The Break Fellowship en 2023 y nos habíamos visto online, pero en persona fue la primera vez en este encuentro y además fui con ella en el coche.
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Javier Ruíz, también participaron en el proyecto de The Break Fellowship y esta ocasión fue la primera que coincidíamos en persona.
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Lucía González, la habíamos tenido como invitada en uno de nuestros webinars, me fascinaba su historia y me hizo mucha ilusión poderla ver en persona. Además, hace poco también la había visto en el programa de Volando Voy de Jesús Calleja que visitó su pueblo, Allande. Les dejo por aquí el enlace al programa por si quieren verlo, lo recomiendo mucho.
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Lucas Requejo, también había coincidido con él en el evento de finalistas de Acumen 2023. Tenemos bastantes contactos en común y fue genial volver a verle y poder tener conversaciones con más profundidad.
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Olatz Huerta, nos conocimos hace tiempo ya por videollamada y estamos trabajando en varios proyectos con ellos, pero por fin pudimos abrazarnos en persona.
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Ana María y Elisa Pelayo, tuve la suerte de conocerlas en el evento final del Desafío Ashoka Changemakers en octubre 2023 en Zaragoza, fue una alegría volver a verlas.
Con los demás no había tenido el placer de tratar directamente, pero de algunos había oído hablar o ya los conocía de redes sociales, contactos en común, etc. y me hizo mucha ilusión ponerles cara y poder conocerles más en profundidad. Una vez presentadas las personas, te comparto lo que sucedió durante esos dos días.
Uniendo fuerzas llegamos más lejos
Después de hablarte acerca del Mapa de Talento Rural, de cómo muchos de nosotros ya estábamos interconectados por otros círculos y de que nuestra visión común es poner en valor los entornos rurales…¿Cómo puede ser que sigamos hablando de la España Vaciada?
Cada vez que visito un pueblo estoy más convencida y más de acuerdo con lo que promueven desde Rural Citizen: ¨La España rural está llena de Talento¨. Además, añado que lo que falta es unir más nuestras fuerzas y fortalezas, y darle visibilidad, voz y voto a los líderes rurales. Precisamente por ello, estoy escribiendo este artículo.
Vamos al lío, te dejo por aquí el programa completo por si quieres echarle un vistazo y a continuación te hago un resumen de cada día:
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Día 1: viernes 2 de febrero
Desde el jueves ya estaba en Madrid, es lo que tiene ser de las Islas, que los desplazamientos llevan mucho tiempo, y el viernes por la mañana salí rumbo a Aldeadávila junto con Raúl y María. Ya Iván me decía: ¨Con vosotros 3 en el coche van a surgir muchas ideas¨ y así fue, no paramos de hablar ni a la ida ni a la vuelta (y eso que nos tocó un buen atasco con tractores).
Llegamos justitos para unirnos a la ruta por el Pueblo de la mano de la oficina de Turismo, fuimos a ver: la Ermita del Santo Cristo del Humilladero, las vistas desde el Mirador del Palomar y el Museo Etnográfico de Andrés Vaquero que me pareció espectacular, hechas todas las figuras con piezas de desguace.
Después del paseo de reconocimiento tuvimos la sesión de bienvenida donde cada uno se presentaba a través de un ¨totem¨ (un objeto que llevan consigo siempre y que les da buena energía). Yo elegí un llavero con la letra ¨E¨ (de Elsa 😉) que ha estado conmigo desde que me fui a vivir por primera vez a un piso con mis amigas cuando estudiábamos en Madrid allá por 2005. Una de ellas nos regaló a cada una su llavero con la inicial de su nombre para la llave de nuestra casa. Desde entonces ha viajado conmigo y ha sido mi llavero de todas las casas en donde he vivido por el mundo. Ahora que he vuelto a Tenerife, sigue siendo mi llavero. Para mí significa, que mi casa está donde esté yo (y mi llavero), independientemente del lugar/país del mundo en el que esté.
Lo más curioso de todo esto es que al finalizar la cena nos repartimos los regalos del amigo invisible que había que hacer con cero euros y con lo que tuviéramos por casa. A Patxi le tocó regalarme y ¿saben lo que me hizo? Un llavero con una piedra del río de su pueblo, que luego talló a mano. En una cara le puso el símbolo del sol celta y en el otro lado el de la cultura vasca, ¡me encantó! ¿Coincidencia? Ahí lo dejo…
Lo mejor de la noche y para cerrar el primer día fue descubrir el cielo súper despejado y con muy buena visibilidad de la mano de Lucía y sus prismáticos. Siendo astrofísica, ha decidido lanzarse al mundo del emprendimiento con un proyecto precioso: Allande Stars. Se dedica precisamente a conectar el cielo y la tierra y así nos sentimos esa noche, muy conectados con las constelaciones, las estrellas y con todo lo que Lucía nos explicó.
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Día 2: sábado 3 de febrero
La mañana del sábado la comenzamos con Iván presentándonos y poniéndonos en situación sobre el Mapa de Talento Rural que te comentaba antes y lo que se esperaba de nosotros. Luego tuvimos a Casilda y Ani que nos hablaron de Ashoka y de todo lo que están haciendo por el ecosistema emprendedor. Ahí me tocó salir y hablar de nuestra experiencia en el Desafío Ashoka Changemakers 2023 en el que quedamos finalistas.
Después de un breve coffee break, donde intentamos llenarnos de vitamina C en la terraza del hotel, pasamos a la sesión más interesante para mí y donde me llevé más autoconocimiento: el Taller sobre liderazgo colaborativo que llevó a cabo Olatz y que me resultó súper práctico. A través de un sencillo test, pudimos conocernos más a nosotros mismos y al animal que representa nuestra personalidad natural. En mi caso, soy un delfín 🐬, y tengo la capacidad de detectar lo mejor de cada uno del equipo y ponerlo en beneficio del grupo. En los equipos necesitas un poco de todos los perfiles para poder equilibrarlos. Aprendimos a conocernos mucho más a través de estos perfiles y me gustó tanto que es algo que ya hemos implementado con nuestro equipo en un ¨teambuilding¨ que hicimos hace poco.
Por la tarde seguimos con una dinámica de creación de la propia Comunidad de Talento Rural. Nos dividimos en grupos y fuimos co-creando las bases de las distintas áreas de trabajo que también decidimos en conjunto: Generación de proyectos, Comunidad, Modelo de Negocio, Influencia positiva (Lobby) y Escuela de Talento Rural. Fue un ejercicio demandante donde teníamos que escucharnos unos a otros y seleccionar las mejores propuestas para poder definir los objetivos de cada área y las líneas de trabajo.
Terminamos el día cenando en el pueblo, teniendo conversaciones y más conexiones que te hacen pararte a pensar y preguntarte: ¿Es todo esto casualidad o causalidad? Lo que no fue casualidad es que justo ese fin de semana eran las fiestas del pueblo (San Blas), así que aprovechamos y cerramos la noche bailando en la verbena del pueblo e integrándonos con los locales. Tengo que admitir que no duré mucho (tuve un shock cultural de lo que significa verbena en la Península vs en las Islas 😂), y de vuelta al hotel con Iván y María tuvimos un momento de risas que creo que hacía mucho tiempo que no reía tanto (¡hasta las lágrimas me salieron!).
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Día 3: Domingo 4 de Febrero
Llegaba el final del encuentro. Tuvimos una dinámica de cierre donde cada uno compartió su reflexión y una palabra que resumiera lo que había significado para nosotros ese fin de semana. Yo lo tenía claro, la primera palabra que me vino a mi cabeza fue: CONEXIÓN. Fui la tercera en hablar y sé la quité a varios de mis compañeros que también la tenían en mente. Igualmente resonaban en mí las palabras que compartieron los demás. Algunos se emocionaron y nos hicieron emocionarnos a los demás y ahí lo vi claro una vez más, en blanco y en botella: la magia de la Ruralidad Conectada.
Las palabras que resumen lo que vivimos durante el I Encuentro de Talento Rural en Aldeadávila
Aún con la emoción a flor de piel y con todas esas palabras danzando en nuestras cabezas, nos fuimos a despedir del entorno rural que nos acogió con tanto cariño durante estos dos días. Desde el Mirador del Fraile pudimos apreciar el cañón del Río Duero y saludar a Portugal que queda justo en la orilla de enfrente. Ahí mismo empezaron los abrazos y los ¨hasta luego¨, seguimos en contacto seguro. Raúl, María y yo pusimos rumbo de vuelta a la capital y a nuestra realidad, no sin antes prometernos volver a hablar pronto y apuntar todas las ideas que teníamos para que no se nos olvidaran.
Generando conexiones que transforman
Si has llegado hasta aquí solo me queda resumirte: ¿Con qué me quedo de este Encuentro Rural? Como compartí en mi post de LinkedIn: con la conexión que sentí en muchos momentos. Te resumo algunos de ellos a continuación:
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Conversaciones con personas en las que se me ponían los pelos de punta, como las que tuve con mis queridos Lucía y Lucas, me marcaron sin duda!
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Darme cuenta de que los “delfines” somos necesarios para que los equipos funcionen como me pasó con Laura.
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El buen rollo con mis compis de ruta: Maria y Raúl con los que compartí varias horas de coche e inumerables anécdotas.
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Sentirme reflejada en el rol de Jessica como organizadora y de Ivan. Gracias al trabajazo que hicieron, cumpliendo los tiempos y generando un entorno de confianza pude disfrutar y recordarme que de vez en cuando tengo que ponerme en el otro lado de la ecuación para conectar con los demás y conmigo misma
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Podría seguir…el regalo que se curró Patxi, las sonrisas y las risas con Pablo y Javier, las historias de Noelia y un largo etc.
Al final son las personas las que crean esta energía. Exactamente el mismo encuentro, en el mismo lugar pero con otras personas seguramente no hubiera sido lo mismo…así que mil GRACIAS a todas las personas que lo hicieron posible. ¡Seguimos con más ganas que nunca de devolverle al Rural la importancia que se merece y contando los días para un próximo encuentro!