Post redactado por Rocío Godoy Rodríguez
El teletrabajo y el nomadismo digital son dos tendencias que nos han proporcionado un beneficio común y universal: el poder de viajar, descubriendo mundo y cumpliendo con las tareas profesionales.
Tras un año y medio, una pandemia y una redistribución de los modos de trabajo en las empresas, se ha descubierto que el teletrabajo y la flexibilidad horaria son dos términos que se han democratizado y popularizado. En pleno 2020, todos abrimos los ordenadores y empezamos a desempeñar nuestras labores con diferentes plataformas de comunicación y trabajo asíncrono, como son Google Drive, Slack, Zoom, Microsoft Teams o Discord, entre otras. El uso de estos programas de software en un solo dispositivo hicieron que tras acabar la pandemia, descubriéramos lo sobrevaloradas que estaban las oficinas.
Video de la ilustradora: Rocío Qulla Human (2021)
Aunque esta tendencia, asentada en España, pareciera, de primeras, que no iba a durar mucho, resulta que mientras íbamos volviendo a la nueva normalidad, comenzó a implantarse la cultura de los “sin oficina”: personas que no tienen oficina fija, su lugar de trabajo es donde les marque su pasaje. Los siguientes datos reflejan ese cambio de paradigma en cuanto a trabajo remoto: España ha pasado de tener a un 4,8% de su población ocupada teletrabajando, antes de marzo de 2020, a, aproximadamente, un 11% de la misma en la actualidad (pasando por un pico del 33% durante el periodo de confinamiento de 2020) [Fuentes: Banco de España, INE y otros] .
Según un artículo del portal Tecnohotel, estas políticas de trabajo fueron pioneras en empresas “young” o “millenials”, donde entienden que estas modalidades mejoran las condiciones de los empleados de una manera abismal. Hay diferentes estudios científicos que nos indican cómo los índices de productividad, de la salud mental e incluso, de la conciliación de lo personal y lo laboral se ven altamente mejorados y compensados. Por ejemplo, la productividad mejora de un 13% a un 22%, según un estudio de la Universidad de Standford.
Una encuesta, que fue encargada por la empresa de alojamientos Airbnb, en seis países, nos muestra cómo los recién llegados al mercado laboral son los adultos que más tiempo pasan teletrabajando, pero hay un porcentaje mayor de otro rango de edad en población (35 y 44 años) que trabajan a distancia a tiempo completo.
Nombrado ya el contexto pandémico, hay que destacar que una de las motivaciones de esta moda, es el deseo de volver a viajar tras el confinamiento.
Las grandes empresas apostaron por el regreso de los viajes con más fuerza que nunca, con un motivo principal: la reactivación de la economía empresarial y local, sobre todo de lugares alimentados por el turismo, como son las Islas Canarias.
Así que el proyecto Pueblos Remoto, apostó por esta línea editorial para el primer piloto y ahora, para Antigua Remoto, que comienza en el día de hoy.
Crear rutinas laborales en lugares distintos de manera paisajística tiene unos claros y expresos beneficios para la población que puede disfrutar de esta oportunidad. A continuación los vamos a exponer:
Este proyecto no sería posible sin nuestros sponsors: Patronato de Turismo de Fuerteventura, Ayuntamiento de Antigua y CICAR.
