Artículo escrito Carlos Jonay Suárez, cofundador y responsable de estrategia digital en Pueblos Remotos.
Según escribo estas palabras, voy siendo cada vez más consciente de que el año 2022 va tocando a su fin. Eso significa que ya hace casi diez años que comencé con mis ‘aventuras’ como emprendedor, ya sea poniendo mis propios proyectos en marcha, o ayudando a otras personas a que los pongan en marcha como consultor.
Emprender, ¿quizás ha sido, también, la palabra de moda de estos últimos diez años? Sea como sea, el mundo del emprendimiento ha girado, al menos a mi alrededor, acerca de la innovación, la tecnología, las startups y todo ese lenguaje en un perfecto spanglish que hemos creado para glorificar al término.
Pero, ese lado del emprendimiento es solo una parte dentro de todas las modalidades, categorías y terrenos que existen dentro del mundo emprendedor y por ese motivo quiero contarte en este blog post cuáles son algunos de esos emprendimientos que nos han enamorado desde Pueblos Remotos.
Cuando la esencia de emprender está en el porqué
En muchas conversaciones, durante un café, una cena o tomando unas cañas, muchos amigos me preguntan ¿por qué? Porqué me he decidido a emprender, o como yo prefiero decir: ‘a poner cosas en marcha’
Muchas veces, desconozco la respuesta exacta, me gusta hacer cosas con sentido, montarlas yo (o montarlas con alguien), verlas crecer, experimentar y disfrutar de lo que hago.
Detrás de muchos emprendimientos hay una gran ‘PORQUÉ’ y si además, ese emprendimiento se produce en el mundo rural, ese porqué suele tener aún más valor.
Dentro de todas las experiencias que hemos vivido durante estos casi dos años de vida hemos visto todo tipo de historias, profesionales y personales, que nos han cautivado:
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Personas que han vuelto a su isla natal para seguir con negocios familiares de tercera, cuarta o quinta generación, manteniendo viva la esencia de sus padres, o de sus abuelos.
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Personas apasionadas al cien por cien por lo que hacen, y cuando te digo apasionadas, te digo que lo viven con las emociones a flor de piel.
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Personas que cogen gran parte de su tiempo para llevar a cabo labores sociales, o solidarias, cómo puede ser limpiar una playa, o recoger animales abandonados.
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Personas que abrazan las tradiciones y que transmiten sus conocimientos para que no se pierdan en el olvido.
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Personas que quieren cambiar las cosas, que luchan día a día por mejorar su entorno y por accionar redes de colaboración.
En definitiva, personas que han abrazado el ponerse a hacer por encima del quejarse y que están proponiendo cambios, llamadas a la acción y que están apostando por cambiar la visión del mundo rural.
Sea cual sea su ‘por qué’, es lo que les empuja a seguir adelante y a darle vida a sus proyectos.
Ejemplos dignos de reconocimiento
Si algo tengo claro, y puedo hablar, también, en nombre de Elsa (cofundadora de Pueblos Remotos) es que todos los proyectos con los que hemos trabajado en estas 3 ediciones de Pueblos Remotos son dignos de reconocimiento.
Ya hablemos de nuestros actores locales principales, de los secundarios, de nuestros líderes locales o incluso de varios proyectos que se han quedado fuera, siempre podemos decir que la calidad humana es la esencia de todos.
Si tengo que recoger los diferentes emprendimientos con los que hemos trabajado codo con codo bajo ciertas ‘categorías’ (por no separarlos nuevamente por ediciones) podría hablarte de:
Alojamientos
Como siempre te digo, el lugar en el que nos alojamos es la piedra angular de todas nuestras ediciones, son nuestra casa durante veintiún días y eso es precisamente lo que hacen, que nos sintamos como en casa.
Pase el tiempo que pase, siempre recordamos con cariño los atardeceres en Alberto Dorner (Icod de Los Vinos), en la Era de la Corte (Antigua) o en Los Melindros (Fuencaliente). Todos esos momentos de conexión, cenas entre risas y muchas horas de teletrabajo.
Casualmente, las historias de estos tres alojamientos tienen ciertas similitudes y coincidencias, en el fondo, tienen una historia detrás, una historia familiar que le dan la esencia que quieren transmitir.
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Alberto Dorner es un hotel boutique ubicado en la zona costera de Icod de Los Vinos (Playa de San Marcos) y la historia de su fundador, Kay González, está vinculada con el arraigo a la tierra. Kay fue Profesor Asociado de Lenguas Hispánicas en la Universidad de Chicago, ciudad en la que vivía hasta hace solo algunos años. Buscar la cercanía a su tierra natal (Tenerife) y a su familia, le llevó a volver a la isla y a poner en marcha un proyecto innovador, vinculado al municipio y que trata de promover los productos locales entre sus huéspedes.
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Hotel Era de la Corte se trata de un hotel rural ubicado en el municipio de Antigua (Fuerteventura) y la historia de sus fundadores, Malole y David, tiene ciertas similitudes con la historia de Kay. Después de trabajar durante varios años como Directora de Recursos Humanos en Wombats-Hostels (Austria), Malole se decidió a volver a Fuerteventura para convertirse en la CEO de la Era de la Corte, recogiendo el testigo de su padre y continuando con un negocio familiar en una casa con mucho encanto, y mucha historia.
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Los Melindros es un conjunto de dos casas rurales ubicadas en la zona de los Quemados, en el municipio de Fuencaliente (La Palma) La historia de Lourdes (gestora de las casas), Cristóbal (su marido) y Diego (nuestro líder local en Pueblos Remotos Fuencaliente) es una historia de resiliencia. Los Melindros es un proyecto familiar, una casa comprada y reformada con mucho esfuerzo y los ahorros de años. Ese sueño se vio truncado por un incendio en el año 2009, que arrasó las casas por completo. Ahí es donde entra en juego la resiliencia de la que tanto se habla en el mundo emprendedor, con mucho trabajo, esfuerzo y arte, consiguieron restaurar las casas por completo, dejándolas tal y como estaban con el diseño original.
Con este blog post quiero darte entrada a los primeros ejemplos de emprender desde la ruralidad que nos hemos encontrado con Pueblos Remotos, así como responder algunas cuestiones fundamentales. A lo largo de los próximos post te dejaré más ejemplos vinculados con los cultivos ecológicos, con la repostería, la enología, las tradiciones o el voluntariado rural.
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