Artículo escrito por Javier López López.
Dicen que las oportunidades llegan cuando menos te lo esperas. Y quizás sea así, porque sin apenas tiempo para poder meditar la decisión me invitaron a participar en la segunda edición de Pueblos Remotos. Una iniciativa de estas que te llegan al corazón, como si de una peli de Pixar se tratara, porque es realmente bonica: diez teletrabajadores dispuestos a pasar unas semanas en un entorno idílico en el pueblo de Antigua, Fuerteventura. Y no solo eso, unido a la posibilidad de ayudar a seis proyectos locales aportando conocimientos.
Mi primera reacción fue la clásica de no querer romper con mi rutina y no salir del ya manido, pero no por ello menos real, círculo de confort. «Uf, no sé, irme unas semanas ahí a un pueblo perdido con unos desconocidos… no sé yo. Con lo a gusto que se está en el sofá». Pero entonces recordé una de mis frases favoritas y que tantas alegrías y experiencias me ha traído desde que intento aplicarla a mi vida: «invierte en anécdotas».
Repito, porque esto es importante: «invierte en anécdotas».
Invertir en anécdotas es “sencillo”. Simplemente tienes que estar alerta a las oportunidades e invitaciones que se te presentan. Y tantas veces como puedas, aunque de inicio te cueste la decisión y tu cerebro conspire para que te sientes en el sofá delante del Netflix, tú en cambio digas: «¡Vamos! Voy a esos arrozales en medio de las montañas a trabajar unas semanas en el campo con esta cooperativa japonesa en Okinawa» (ejemplo real que le pasó a un amigo, la vida es muy curiosa).
Así que ni corto ni perezoso, cogí el primer avión a Fuerteventura y allí me planté. Me recibió una isla de una sequedad y aridez extremas (y para que lo diga un murciano, ya tiene que estar la cosa pelada), pero a su vez, de una belleza salvaje y única: volcanes, dunas, aloes y charcones de aguas turquesas.
Antigua, el pueblo que nos acogió, es un lugar remoto en una Fuerteventura ya de por sí remota. Nos alojamos en La Era de la Corte y Casa Flor. Si estás buscando un sitio tranquilo en Fuerteventura y con buena conexión a internet te recomiendo estas casas sin género de duda. Para imbuiros de la esencia de Fuerteventura y la maravillosa historia de la casa de La Era de la Corte, échale un vistazo este vídeo. Está hecho con un cariño y cuidado muy especiales: