El 1 de junio de 2018 aterricé en la ciudad de Barcelona para asistir al DNX Barcelona (un evento dentro de las conferencias Digital Nomad Conferences, cien por cien en español) al que me habían invitado como fundador de DNExp. 

Como suele pasar en este tipo de eventos, conoces a muchas personas que tienen todo tipo de negocios y servicios, que, además, era una parte fundamental de la que trataban las charlas y talleres que se desarrollaron.

Una de esas personas, que conocí tomando unas cañas el día antes del evento, me comentó un proyecto que me resultó de lo más curioso: montar un coworking, 100% online y 100% en español, para freelancers que trabajan desde casa. Ahora, en 2023, quizás los nombres que se te vengan a la cabeza sean los de Bosco Soler y el de su proyecto: Sin Oficina. Si es lo que has pensado, pues ¡Bingo! 

Cuando conocí a Bosco y me habló del proyecto me pareció algo genial (genial, y duro de cojo***) y lo digo desde el conocimiento, porque ya había sido usuario de muchos espacios de coworking, e incluso había pasado por la aventura de co-montar uno (100% físico, eso sí) 

Como podrás suponer, desde que lanzó la versión beta del proyecto, me metí de cabeza. Pero, hoy no te quiero hablar de los casi 5 años que llevo formando parte de Sin Oficina, eso me lo voy a guardar para un blog post que espero sacar más pronto que tarde en mi blog. 

Hoy nos vamos a dar un salto al presente, concretamente al pasado 20 de marzo, en el que tuvo lugar el segundo Evento Anual de Sin Oficina 2023 (o #EASinOficina2023) del que fuimos patrocinadores (de una forma muy humilde, todo se dicho) con Pueblos Remotos. 

El poder de la comunidad

Si algo se respira en este evento, del que he tenido la suerte de participar en las dos ediciones en que se han realizado, es a comunidad. Da igual con quién hables, a quién conozcas, o en qué parte de la conversación entres. Todo el mundo coincide en el mimo y el cariño que se le pone a la comunidad. 

Y, ojo, que es algo que resulta sumamente complicado, ya que el proyecto ha pasado de una comunidad de algo menos de 50 personas en sus inicios (allá por el verano de 2018) a más de 700 en 2023. 

La gran responsable de que todo esto funcione de lujo es María Sajim, Community Builder en Sin Oficina. Y no te lo digo yo, te lo dirá cualquier persona a la que le preguntes dentro de la comunidad. 

Además, todo esto supone siempre un gran aprendizaje para nosotros en Pueblos Remotos, ya que cada cosa que aprendemos y todas las buenas prácticas que vemos, nos ayudan a mejorar con nuestra propia, e incipiente, comunidad. 

Volviendo al evento, desde la cena de bienvenida, hasta el día del evento en sí, pude ver el buen rollo que se traslada desde el mundo digital, al físico, o como gusta decir por allí: eso de desvirtualizar. 

Hasta Talent Garden, el lugar donde se celebro el Evento Anual de Sin Oficina 2023, acudieron 150 personas con todo tipo de perfiles, pero en líneas generales: profesionales que venden productos y/o servicios de forma online, y muchos de ellos, trabajadores remotos. 

Otra de las cosas que me llamó mucho la atención es que muchas personas de la comunidad están emprendiendo (o se han ido) desde el entorno rural, lo que nos dice mucho de hacía donde se están moviendo (o quedando) muchos profesionales del sector digital en los años ‘post-pandemia.’

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Un evento con contenido para debatir

Otra de las cosas que no te deja indiferente es la dinámica del evento. Todo sucede de una forma muy natural y espontánea, pero al mismo tiempo, las actividades están preparadas con muchísimo lujo de detalle. 

A lo largo del día pude disfrutar (bueno, pudimos, ya que estuve gran parte del evento con el crack de Gon) de 3 paneles, un concurso, un escape room, una sesión de mastermind y un montón de oportunidades de hacer networking (o como más nos gusta decir a nosotros, de conectar con personas)

Los paneles

Dentro del EASinOficina 2023 tuve la oportunidad de escuchar con atención los debates que se generaban dentro de los paneles: 

• Creación de contenido: con Elena Madrigal, Itziar Oltra y Alex Llull.

• Servicios / Freelancers: con Bohdan Shila, Ana Gadea y Daniel Canosa.

• Conciliación / Lifestyle: con Noemí Carro, Sergio Espinar y Tania Eufracio.

En cada uno de los paneles se habló con detalle de los problemas, beneficios, situaciones, sentimientos y experiencias de los protagonistas. 

Dentro del panel de creación de contenidos (y con amplia participación del público) surgió, como no, la figura de ChatGPT (y de las IA’s en general) y si ésta iba a dejar sin trabajo a los creadores de contenido. Se habló del tono, de la identidad y sobre todo de lo que aporta cada persona a su marca y proyecto como símbolo de identidad (muy difícil de copiar y/o replicar por una IA, al menos de momento)

En la parte de servicios y freelancing se habló también de la realidad del mundo de los servicios, de su dificultad para ponerlos en marcha, de cómo productizarlos puede ser una opción (pero, por supuesto, con su correspondiente coste) o de como una vida freelance es una opción cien por cien viable en un mundo en el que parece que todo se debería de convertir en producto. 

En el último panel, uno de los más interesantes para mí, se hablo de uno de eso temas ‘tabú’ (que además, saltaron al escenario con la pandemia) como es la conciliación. Cómo tienes que aprender a priorizar y ‘apechugar’ con ello, y ser consciente de hasta dónde puedes llegar (entendiendo conciliar por cuidar de tus hijos, o por tener una gran cantidad de tiempo libre para ti) 

Actividades

Además de los paneles, el evento contó con tres actividades muy divertidas: 

• Un pequeño concurso para ver cuánto sabía la comunidad sobre los proyectos de otros SinOficiners (ahí se notó el hecho de que en 2022 no estuve muy activo por el Discord de la comunidad)

• Una sesión de mastermind en la que pudimos compartir nuestros proyectos, bloqueos y recibir feedback de otros profesionales de la comunidad.

• Un Escape Room (ante el que me quito el sombrero) en el que teníamos que ‘Salir de la Oficina.’ Un ratito muy divertido y ameno, que nos sirvió para trabajar en equipo y conocer a más personas de la comunidad.

La verdad es que fueron nueve horas de puro entretenimiento, que se me fueron volando. Con espacio suficiente para disfrutar de un café, conversar tranquilamente y como no, disfrutar de un trozo de pizza. 

Si quieres ver como se vivió todo aquello de una forma más audiovisual, te dejo por aquí debajo el video resumen del evento.