Hoy termina un viaje que empezó hace ya 5 meses, durante el que hemos reflexionando, repensado y reprogramado mucho sobre nuestro modelo de negocio. Hemos sido uno de los 22 proyectos seleccionados para formar parte del programa de incubación Desafío Ashoka Changemakers impartido por Bridge for Billions en colaboración con IKEA. 

Este ejercicio de retrospección no pudo llegar en mejor momento. En un período de transición en el que ya de por sí necesitábamos darle una vuelta a todo lo que veníamos trabajando desde marzo de 2021, cuando comenzamos con esta aventura. Habíamos tenido muchas sesiones de estrategia, pero solo Carlos y yo, sin tener la perspectiva de personas que no tenían nada que ver con Pueblos Remotos. Tampoco habíamos tenido tiempo de parar y recapitular sobre todo lo aprendido para redirigir nuestro camino si fuera necesario. 

Han sido unos meses muy intensos donde por fin nos hemos parado, hemos analizado cada parte de nuestro negocio de una forma ordenada y hemos estado acompañados por dos mentores que nos han apoyado en este proceso, dándonos su visión, haciéndonos preguntas y animándonos a continuar. 

Un viaje lleno de aprendizajes

Fueron muchos los “ahá moments” que tuvimos durante este programa que está compuesto de 8 módulos. Teníamos 2 semanas para completar cada uno y nos organizamos de tal manera que combinamos sesiones de trabajo de equipo con videollamadas semanales con los mentores para resolver dudas y mejorar lo que estuviéramos analizando en ese momento. También tuvimos sesiones de networking y de Q&A con el equipo de Bridge for Billions y de Ashoka. Como ven, un programa de lo más completo. 

Esta forma de trabajo nos ayudó a mantener el foco y centrarnos solamente en una parte del negocio y no en todo a la vez. Nos surgían muchas otras ideas por el camino, pero nos recordábamos mutuamente que teníamos que mantenernos centrados en la temática de esa semana. 

Por resumir, quizás los 5 mayores aprendizajes que nos llevamos son los siguientes:

1) Los retreats de empresas son otro mundo. Hasta la fecha solo hemos desarrollado experiencias para teletrabajadores y mujeres emprendedoras. Uno de los servicios nuevos que incluimos como parte de nuestra propuesta de valor en el módulo 1 del programa fue precisamente llevar a cabo “retreats” para equipos de empresas que trabajan en distribuído, o que simplemente como parte de su cultura empresarial les gustaría organizar uno. ¿Nuestra diferenciación? el entorno rural como telón de fondo y la contribución a la economía local, lo que encajaría dentro de la responsabilidad social corporativa de estas empresas. 

Conforme íbamos avanzando con los módulos, el servicio de experiencias para teletrabajadores lo teníamos claro (¡porque ya lo hemos probado!) pero nos dimos cuenta que el servicio para empresas es más complicado de lo que pensábamos inicialmente. Por ejemplo, tiene que estar todo muy hecho a medida de la empresa, en los entornos rurales es difícil encontrar alojamientos con capacidad suficiente y con habitaciones individuales (que es lo que la mayoría prefiere) y los márgenes que nos llevamos son muy bajos para todo el trabajo que conlleva. Hay ya empresas especializadas sólo en este mercado y sería meternos en un mundo completamente distinto, pero aún así queremos por lo menos testearlo y hacer un MVP el próximo año. 

2) Solo con las experiencias no vamos a ser rentables. En uno de los módulos se nos pedía que realizáramos encuestas a nuestro público objetivo para entender la percepción de ellos sobre el precio (cuál consideran demasiado barato, una ganga, un poco caro o muy caro) en base al Método Van Westendorp. Los resultados de las encuestas que hicimos tanto a teletrabajadores como a empresas que realizan “team retreats” junto con el trabajo que realizamos en el módulo de proyecciones financieras, nos llevó a darnos cuenta de que sólo con las experiencias los números no nos dan y así no podemos sobrevivir como empresa. Por lo tanto, tenemos que buscar otras vías alternativas de ingresos. 

3) Necesitamos nuevas líneas de negocio. En paralelo a las experiencias, hemos decidido darle prioridad a otras dos áreas de trabajo en las que pensamos que podemos aportar con nuestros conocimientos adquiridos y que nos van a traer “cash-in” más rápido y con más márgenes que las experiencias. Estas dos áreas serán las siguientes:

• Consultorías: aquí queremos incluir análisis y diagnósticos de territorios, mapeos de empresas/emprendedores rurales, estrategias para la atracción y dinamización de talento digital, etc. 

• Pueblos Remotos Academy: donde daremos formación y mentorías en las siguientes áreas: teletrabajo, emprendimiento rural y social, gestión de comunidades, sostenibilidad empresarial y turística, entre otros. 

4) Tenemos que ampliar el equipo. Necesitamos más manos, más ojos y nuevas perspectivas. Esto nos lo hemos tomado en serio y desde principios de septiembre tenemos a dos nuevas incorporaciones al equipo:

• Ane Kortaberria Bilbao está terminando el Grado LEINN de la Mondragon Unibertsitatea. Con solo 21 añitos ya ha estado metida en proyectos muy interesantes, es súper proactiva y nos impresiona su capacidad de asimilar los conceptos y de adaptarse al contexto en el que está. Nos sentimos súper afortunados de que nos haya elegido para hacer sus prácticas. 

• Martina Burtscher viene con el programa EYE (Erasmus For Young Entrepreneurs) desde Austria. Fue #Breaker de nuestro primer grupo justo hace un añito y nos propuso venir a realizar este intercambio. Estamos encantados con todo lo que ya nos está aportando sobre impact branding y además, personalmente soy muy fan de su proyecto Sea Sisters Sri Lanka. 

5) Apostar por proyectos europeos/nacionales colaborando con otras iniciativas. Durante estos meses, hemos colaborado con Rumbo Rural y con Ruralízate para presentar una propuesta conjunta a una convocatoria del MITECO enfocada en el reto demográfico de zonas rurales. Además, hemos cerrado llamadas con proyectos y comunidades amigas: Kino Italy, Anceu Coliving, FEM Coliving y el European Creative Hubs Network (ECHN), entre otros. Nuestro objetivo es avanzar en esta área colaborando en red en proyectos que veamos necesarios y que nos motiven. 

El camino es siempre hacia delante

Ahora nos toca mirar al futuro e implementar todo lo aprendido, que se dice fácil. ¡Qué difícil es ser emprendedor y saber de todo un poco! Al final, lo importante es rodearse de un buen equipo, de personas expertas que nos ayuden en lo que nosotros no controlamos para que nos podamos enfocar en lo que de verdad sabemos y queremos hacer porque por algo empezamos con esta idea de negocio que se ha convertido en uno de nuestros propósitos de vida. 

Seguir adelante no sin antes dar millones gracias a todos los que nos han acompañado, escuchado y aconsejado durante este período. Esto es un punto y seguido, ojalá consigamos ser uno de los 10 proyectos finalistas y podamos defender Pueblos Remotos en Zaragoza el próximo 27 de octubre ¡Ya tenemos los dedos cruzados!