¡Hola, hola!
Supongo que tal y como me pasa a mí estaréis hartos/as de escuchar o decir ¡feliz año nuevo!, así que me lo ahorro (aunque ya lo habéis leído, jeje).
Os habla Ane, una de las nuevas integrantes del equipo Pueblos Remotos 🙂
El pasado mes de septiembre, comencé esta nueva aventura como estudiante del grado LEINN (Liderazgo, Emprendimiento e Innovación) en prácticas. Ahora estoy realizando mi Proyecto de Fin de Grado, sobre la creación de la nueva línea de negocio dentro de la empresa, para el fomento de un turismo ético y la dinamización de entornos rurales mediante el talento joven.
Estas dos ramas, la reactivación rural y la juventud, son dos temas que llevo trabajando desde hace bastante tiempo, en proyectos previos que he desarrollado, en los programas a los que he asistido y dinamizado. Por ello, estoy muy motivada para llevar a cabo este reto y estoy segura de que esta fusión ¡tiene mucho que aportar!
Llevo poco tiempo siendo parte del equipo, pero la verdad es que me he integrado mucho mejor y más rápidamente de lo que esperaba. Muchas veces no es fácil conectar con las personas y es más complicado aún conectar con compañeros/as de trabajo, porque entre varios factores, las personas que buscamos hacer las cosas con dedicación, intentamos encontrar “lo mejor” y es complicado cumplir las expectativas.
Sin embargo, en este caso puedo decir que he conectado mucho con las personas que forman parte de esta “locura” y esto se debe a diferentes razones:
Mis 7 razones para trabajar con Pueblos Remotos
Razón 1: la misión, visión y los valores de Pueblos Remotos están totalmente alineados con los míos. Por lo tanto, creo, confío y quiero transmitirles a todos/as la “ruralidad conectada”.
Razón 2: desde el primer minuto se ha confiado en mí aunque sea la “nueva” y “joven”. Se tienen muy en cuenta mis aportaciones, el equipo me impulsa a tener más responsabilidades y tengo la oportunidad de “crear” dentro de la empresa.
La misión, visión y los valores de Pueblos Remotos están totalmente alineados con los míos.
Razón 3: el trabajo remoto y trabajar mediante objetivos es una de las claves del funcionamiento de Pueblos Remotos, ofreciendo muchísima flexibilidad y promoviendo el autoliderazgo de cada miembro del equipo.
Razón 4: hemos generado muy “buen rollo” en la dinámica del equipo, el humor es imprescindible y disfrutamos del tiempo libre fuera de las jornadas laborales para conocernos mejor entre nosotros/as.
Foto del equipo de Pueblos Remotos, con Martina, Ane, Elsa y Carlos
Razón 5: se valora mucho el bienestar de las personas, nos escuchamos y nos damos feedback cuando esto es necesario.
Razón 6: generar un impacto positivo en la sociedad, las redes de contacto, la innovación y tener una visión internacional se valoran mucho en Pueblos Remotos. Por lo tanto, estoy aprendiendo constantemente (practicando idiomas, conociendo muchísimas personas interesantes, descubriendo nuevas culturas y conociendo de primera mano los diferentes retos de la sociedad).
Razón 7: ser un equipo multidisciplinar, con personas de edades diversas y partiendo de culturas diferentes, me ha ayudado a crecer tanto personal como profesionalmente.
Así que después de mencionar este listado (de green flags como dirían algunos/as), por ahora parece que todo va “sobre ruedas” y ¡la verdad es que es así!
Pero eh, espera. Como en todo emprendimiento, no todo siempre es tan “ideal” y “perfecto”. Muchas veces la incertidumbre y el desconocimiento de muchos temas, también me han generado muchísimas dudas en el camino ¡Y todavía lo que nos queda! Así que ahora toca disfrutar del momento y “darle caña” a esto, ¡que el 2024 tiene pinta de que sea un año “intensito” pero increíble!