Artículo escrito por Carlos Jonay Suárez, cofundador y responsable de estrategia digital en Pueblos Remotos.
A lo largo de todos los post que he escrito para el blog de Pueblos Remotos, hay un hilo conductor que siempre se mantiene: las experiencias y las personas que las viven.
Ese hilo, que ahora mismo tengo muy presente , es lo que le da sentido a todo lo que hacemos, lo que humaniza el proceso y lo que te permite conocer, entender y compartir historias increíbles, vínculos que van mucho más allá de lo profesional y emprendimientos que tienen un sentido vital.
Durante estos once días en Fuencaliente, hemos tenido vivencias muy bonitas y hemos profundizado en las historias de todos nuestros actores locales, algo que, tomando su testimonio, quiero transmitirte a través de este post.
Historias que merecen ser contadas
Comenzaba este post hablándote del lado humano, de esa conexión que va más allá del WiFi e internet (cómo hemos llegado a ‘pervertir’ algunos términos ¡eh! 😉)
Hablo de conexión en el sentido más puro de la palabra: conexión entre personas, conexión con el entorno, conexión contigo mismo y conexión con todas y cada una de las historias que escuchamos.
Desde el comienzo de la humanidad, transmitir historias, y con ello conocimiento, es una de las cosas que nos ha diferenciado del resto de mamíferos. A través de las mismas hemos sido capaces de evolucionar y de mantener tradiciones que han perdurado durante generaciones.
Aquí, en medio de un paraje de una belleza salvaje y brutal, rodeado de volcanes y de una luz increíble, es donde surgen una serie de historias que merecen ser contadas.
Hace unos meses, en el post ‘Esto es mucho más que teletrabajo’, te compartía de forma muy breve la historia de Jordan, Juan José, Vicky y Gustavo. En aquel momento, apenas habíamos coincidido y conocía sus negocios por lo que había leído y por lo poco que había hablado con ellos. Por eso, estoy muy feliz de estar redactando esto ahora mismo, después de haber vivido sus actividades y de tener unos días en los que coincidir más con ellos, conocer más de cerca qué es lo que hacen y escuchar sus historias con plena atención.
Además, al inmenso trabajo que están haciendo ellos, se suma la ‘guinda’ aportada por Diego Barrera, líder local que nos está uniendo a Fuencaliente y que nos está desvelando muchos de sus secretos y rincones.
Estas historias tendrán un hueco especial dentro de nuestro blog, porque, una vez más, todas y cada una de ellas, merecen ser contadas.
¿Qué estamos viviendo?
Si tengo que describirlo en una sola palabra, y admito que hacerlo es un ejercicio muy difícil, diría que magia. De verdad, lo digo sin pretensiones y espero que no suene pedante, pero me sigo sorprendiendo (y se me siguen poniendo los pelos de punta) cada vez que iniciamos una experiencia con Pueblos Remotos. Todo lo que se respira en el aire es diferente, la apertura de la gente, las ganas de compartir, las primeras caras, hacer piña y vivir ‘cómo descubren’ la ruralidad conectada, es algo que no se paga con dinero.
Desde que aterrizamos en Fuencaliente, hemos vivido un sin parar de emociones (y de acciones): charlas de sobremesa, brindis al sol, baños en el mar, visitas a rincones idílicos, impresionantes puestas de sol o acciones de voluntariado. Pero, voy a empezar por el principio, que me lío.
El domingo, cinco de junio, tuvimos nuestro acto de bienvenida, un momento importantísimo y fundamental, ya que es el ‘pistoletazo’ de salida y el momento en el que los actores locales y los trabajadores remotos, se ponen cara. Ahí es donde surgen las primeras complicidades, donde se comparte de tú a tú las primeras experiencias, se responden algunos porqués y se proyectan las expectativas. Si todo esto lo aderezamos con una puesta de sol brutal y un buen vino palmero, la magia ocurre por sí sola.
No puedo transmitirte todas las emociones vividas y compartidas en ese momento, pero por si te sirve para hacerte una idea, te dejo por aquí algunas de las fotos del momento.
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Otras vivencias fundamentales son las actividades con los actores locales, de las que ya hemos desarrollado casi todas.
Gustavo Díaz
Empezamos las actividades con Gustavo (Herrumbre Vivo) que nos dio una visión diferente del entorno a través de un pequeño paseo hasta su casa. El aprendizaje del camino fue ir recogiendo ‘basura y residuos’ de los que nos desprendemos con demasiada facilidad. Con estos residuos, Gustavo nos enseñó cuál es su ‘visión’ del arte y de utilizar estas piezas que se encuentran en el paisaje para crearlo.
Durante la actividad, también tuvimos la suerte de conocer el pequeño rincón desde el que se inspira y crea su ‘arte’, apreciar las obras que ha generado y entender qué sentido le da a unir piezas inconexas para crear conceptos únicos.
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Para concluir, Gustavo y Almudena, su pareja, nos ofrecieron un banquete ‘muy canario’ desde su terraza, en la que pudimos dialogar y disfrutar de esa calma que impregna cada uno de los rincones de este municipio.
Jordan Acosta
La repostería forma parte del recetario tradicional de Canarias desde los tiempos de la conquista. En el caso de Jordan (Dulcería Mi Gusto) su legado es un poco más cercano, pero igual de importante, ya que han rescatado una receta tradicional del barrio de Las Caletas, en el municipio de Fuencaliente: el bollo de centeno.
Con su actividad, tuvimos un divertido concurso al más puro estilo ‘Master Chef’, en el que tres equipos participaron para elaborar el ‘mejor’ dulce: galletones, bizcochón de limón y bollas de pasas y almendras.
¿El resultado? Una cantidad de postres exquisitos, algún intento de ’soborno’ al jurado que les ponía la puntuación y un rato súper ameno que recordaremos siempre con una sonrisa en la cara.
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Al acabar, tuvimos la oportunidad de degustar los dulces maridados con un riquísimo vino malvasía de Fuencaliente (cortesía de Diego), mientras escuchábamos las historias de repostería que nos contaban Jordan y su hermana, Jenny.
Vicky Torres
Si tengo que describir la actividad de Vicky (Bodega Juan Matías Torres), solo podría decir que fue la unión perfecta entre el entorno, la pasión y la profesión.
Llegar a un lugar como la zona de ‘Las Machuqueras’, viendo un contraste increíble de verde sobre negro (el verde de las vides, con el negro del volcán) y escuchar como Vicky nos hablaba del esfuerzo, la dedicación y el mimo que necesita la viña, es algo que recuerdas para toda la vida.
Además, nos dio una lección de vida, de cómo se vive la pasión por elaborar un producto que forma parte de ella y de tener claro qué es lo que quiere conseguir con su vino, y su bodega.
A la oportunidad de conocer una de sus parcelas de viñas, se unió la de poder catar varios de sus vinos, y de hacerlo directamente desde las barricas de su bodega. A la particularidad de matices y aromas, se unía la excelente forma de transmitir de Vicky, siempre de forma calmada y atenta, respondió a todas nuestras preguntas sobre el vino y su elaboración.
Para concluir, de una forma totalmente espontánea, nos abrió las puertas de su casa, desde donde degustamos productos locales de calidad, fluyeron conversaciones, conocimiento compartido y un nuevo brindis por seguir conociendo a personas con pasión por lo que hacen.
Juan José Santos
Juan José es un referente cultural y patrimonio vivo en el municipio de Fuencaliente, da igual a quién se lo preguntes.
Estar un rato con él y escuchar todo el conocimiento que tiene, todo lo que transmite y todo lo que ha conseguido preservar a nivel de tradiciones, es simplemente fantástico.
Cultivo de viñas, impresión de catálogos y mapas de La Palma, tejido del lino y de trajes tradicionales, música tradicional de La Palma, cultivo de olivos y producción de aceite, fabricación de instrumentos, activismo ecológico… podría seguir sumando cosas en esta lista y no tendría días suficientes en esta edición de Pueblos Remotos para describir todo lo que hace. Literalmente, se podría escribir un libro con todo lo que aporta, o ha aportado, y sinceramente, espero que alguien lo haga.
Con Juan José solo hemos vivido la mitad de su actividad, ya que era tan atractiva, que hemos tenido que dividirla en dos partes. Dentro de la primera, tuvimos la oportunidad de visitar sus parcelas de olivos, conocer todas las variedades que ha plantado allí y el porqué se decidió a apostar por este cultivo, y por la producción de aceite.
También dejamos el terreno preparado para la segunda parte de la actividad, una recogida de poda, con la que poder hacer una ‘borrallera’, una forma tradicional de cocinar alimentos típica del municipio del sur de La Palma (¡spoiler alert! Esto te lo contaré con detalle en el próximo post)
Otras actividades
Si te parece poco todo lo vivido con nuestros actores locales, también vivimos otras tres actividades únicas:
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Realizamos nuestra primera actividad de ‘teambuilding’, a través de la que pudimos trabajar en equipo, conocernos un poco más y terminar la misma elaborando una deliciosa pizza. Todo ello sucedió en el Restaurante ‘El Quinto Pino’, en el barrio de Las Indias. (Ver imágenes de la actividad)
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Durante el fin de semana tuvimos una excursión muy especial, comandada por Diego Barrera, al norte de la isla: agromercado, Roque de Los Muchachos, fiestas en honor a San Antonio del Monte… Todo ello con el conocimiento compartido de Diego sobre la isla. Sin duda, una experiencia de diez. (Ver imágenes de la actividad)
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Para cerrar la semana, si parecía que íbamos con poca intensidad, nos animamos a participar, junto con muchos vecinos de Fuencaliente, en la limpieza de la Playa de Los Lázaros. Una acción dirigida por Gustavo, a través de la que conseguimos limpiar más de seiscientos kilos de basura. (Ver imágenes de la actividad)
Y lo que queda…
Tengo la sensación de que me he explayado en este post, pero tenía muchas ganas de compartir lo vivido, al menos en parte, y de reflejar todo lo que se puede vivir en poco más de diez días a través de una experiencia como esta.
Dentro de algunas semanas, terminaré de compartir contigo todo lo vivido en Pueblos Remotos Fuencaliente, mientras tanto, seguiré disfrutando de la ruralidad conectada a pleno rendimiento.